Buenos días a tod@s!
Ya está aquí nuestro primer post!! Y creemos que debíamos empezar a hablaros por la consulta más repetida en nuestro día a día en la clínica: “¿qué colchón y qué almohada me compro?”
Hoy vamos a intentar explicaros desde aquí, nuestro punto de vista sobre los colchones y almohadas.
Lo primero de todo es insistir en que la mejor postura para dormir es la “posición de lado” (decúbito lateral), con rodillas y caderas flexionadas, los hombros nunca deben subir por encima de 90º, así que olvidar eso de levantar los brazos por encima de la cabeza!!
Ocasionalmente, también podemos dormir boca arriba, pero nuestra columna cervical no estará en la mejor de las posiciones, ya que tendrá una rotación hacia un lado y la columna lumbar sufrirá al tener las rodillas y caderas en extensión, así que lo mejor sería poner una almohada bajo nuestras rodillas.
Y ya lo sabéis, pero… PROHIBIDO DORMIR BOCA ABAJO!
Una vez aclaradas las posturas más correctas para nuestro descanso, nos ocupamos de almohadas y colchones.
El material no es lo más relevante, pero os decidáis por lo que os decidáis, tienen que cumplir una serie de características, que pasamos a resumir:
En cuanto a la almohada:
- Lo que primero debemos saber, es que cada uno tenemos una “talla”. Cada persona tiene una distancia diferente entre su hombro y su oreja. Es importante elegir una almohada que ocupe todo este espacio. Si fuese muy delgada o muy alta, nuestras cervicales tendrían una inclinación forzada. Lo esencial es que “Nuestras cervicales sigan el eje del resto de nuestra columna vertebral”
- Si nos gustan muy “mulliditas” tendremos que elegirla blanda pero alta desde el inicio, de tal manera que cuando haya cedido, ocupe justo el espacio hombro-oreja.
- Si nos gustan firmes/duras, tendremos que elegirla desde el principio con una altura aproximada a nuestro ancho hombro-oreja.
- Si dormimos “boca arriba” necesitaremos una almohada más delgada que si dormimos de lado.
- Hay almohadas con “curvatura” para la lordosis cervical. Igualmente necesitas elegir tu talla correcta. Quizás te cueste la adaptación unos meses, no desesperes, sobre todo si padeces “rectificación cervical”,pero quien las ha probado, no se separa de ellas!
- Acude a centros especializados donde te puedan asesorar correctamente e, incluso, puedas tumbarte para probarlas.
En cuanto al colchón:
- Debe ser lo suficientemente firme, como para no permitirnos adoptar posturas demasiado forzadas, pero lo suficientemente deformable, para no hacer demasiada presión sobre nuestras prominencias óseas, sobre todo en las personas más delgadas (hombros, caderas…)
- Normalmente están compuestos de una espuma con o sin muelles en el centro, de ello dependerá su firmeza y durabilidad, y unas capas de “viscoelástica” superiores. A más centímetros de “viscoelástica”, más mullido. A menos centímetros de “viscoelástica”, más firme. No es mejor ni peor que tenga más o menos centímetros, simplemente elegir según preferencias.
Por supuesto, déjate asesorar por los comerciales, ellos están a la última en cuanto a materiales, pero como en todo, la calidad y el precio van de la mano.
Además, os aconsejamos llevar vuestra propia almohada cuando viajéis, siempre que sea posible, ya que de todos es sabido que en los hoteles las almohadas suelen ser muy bajitas y nos puede arruinar el viaje al ocasionarnos dolor cervical o cefaleas.
Ah! Y para embarazadas, existen unos “cojines” que se pueden utilizar durante el embarazo para dormir y después, como cojines de lactancia.
Esperamos poder haberos ayudado si estáis en la difícil tarea de cambiar de colchón o de almohada. Y por supuesto, no dudéis en consultarnos vuestras dudas! Felices sueños!
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